Acabo de volver de un viaje, en una visita de cooperación sobre
enseñanza abierta universitaria y sobre diseño instruccional, a México. Y me he
visto ¿cómo no? sumergido de hoz y coz en un ambiente de campaña electoral.
Pero en una campaña distinta a lo que es habitual, con un resultado abierto. Lo
que le atribuye un alcance y un impacto inéditos. No soy nuevo en el tema ni me
son indiferentes los avatares políticos, pero hacía tiempo que una situación
así no se producía.
No es la especialidad de quien suscribe la política, ni tan siquiera la
sociología política, y en general me abstengo de emitir juicios, al menos en estos medios, porque mi opinión en política
general no es más relevante que la de cualquier otro ciudadano.
No sucede así con temas de educación, y menos los de la nueva
educación, la de la sociedad del conocimiento, con sus desafíos y sus demandas. Temas en los que, con mayor o menor acierto, y para decidirlo están los foros y ambientes
especializados, he participado con publicaciones,
investigaciones y trabajos, accesibles en la red, y lo que es más importante, he contribuido con
una práctica de 38 años de docencia y funciones asociadas a ella, como son la
formación del profesorado. De esos años 34 han sido trabajando en educación y
formación ayudada por la tecnología digital.
He leído lo que he podido de los programas de los partidos,
y he seguido su práctica con atención, en sus ejecutorias, y a través de las intervenciones
de sus líderes y portavoces.
Lo primero que he observado es la ligereza y banalidad, cuando no frivolidad, que han empleado en el abordamiento de los temas educativos, y que no se compadece
con la importancia, alcance y transcendencia de la cuestión.
Así, por ejemplo, a nadie se le ocurriría, y menos a un político, siempre temeroso del impacto de lo que dice, sobre todo a corto o inmediato plazo, alguna de las cosas siguiente:
Proponer a los gestores de Iberia que colocasen una
reproducción a escala de la Sagrada familia o de la Puerta de Alcalá sobre el
fuselaje de las aeronaves con fines publicitarios. O proponer a los gestores del sistema sanitario que en las
intervenciones quirúrgicas, incluidas las de neurocirugía, se guíen los cirujanos, a la hora de
hacer las incisiones, por priorizar sobre otros criterios que la cicatriz sea lo menos
antiestética posible.
Y no lo hacen porque no es cabal contraponer, a la hora de priorizar, ideas de estética o
de popularidad a lo que establecen las leyes de la aerodinámica o los principios de la anatomía y cirugía, apoyados por investigaciones básicas y desarrollos científicos
teóricos ya probados.
Pues bien algo similar es lo que no hacen en educación,
donde hay un desconocimiento de los consensos básicos sobre los principios teóricos
de la instrucción y del aprendizaje. Así, a modo de ejemplo, en el colmo de lo que habitualmente viene siendo un marketing educativo, una estrategia publicitaria para vender una idea sobre la educación en
plena campaña electoral, el partido, que hoy por hoy ejerce el gobierno y la
máxima representatividad de los españoles, lanza las líneas de lo que debe ser
el libro blanco de la educación, y en su contexto ofrece como mascarón de proa una propuesta sobre la formación y la
evaluación, suponemos que docente, del profesorado. Y lo hace de la mano o coordinado por un
catedrático de educación (él dice de Filosofía) cuyo conocimiento de las teorías de la educación y del aprendizaje, en línea con lo tratado, es al menos cuestionable. Según puede comprobarse en
Google Scholar, el profesor Marina no ha realizado ninguna investigación empírica, no ya de las
ideas que preconiza sino de ninguna. No obstante se pueden encontrar referencias
de sus escritos, en su mayor parte libros de divulgación de sus ideas, y alguna
cosa más.
Pero sus publicaciones son suficientes, al menos, para conocer su pensamiento. Entre ellas, en una reseña de conferencia titulada significativamente “El timo de la sociedad de la información", podemos encontrar bastantes muestras de lo que piensa sobre educación en la sociedad actual. Como es por ejemplo la que sigue (Marina, 1998 p. 9):
Pero sus publicaciones son suficientes, al menos, para conocer su pensamiento. Entre ellas, en una reseña de conferencia titulada significativamente “El timo de la sociedad de la información", podemos encontrar bastantes muestras de lo que piensa sobre educación en la sociedad actual. Como es por ejemplo la que sigue (Marina, 1998 p. 9):
¿En qué consiste el timo de la sociedad de la información? Tiene tres
formulaciones. Primera: se presenta como liberadora cuando está produciendo
sistemas solapados de dominio y sumisión. Segunda: parece favorecer la igualdad
cuando está produciendo o manteniendo todo tipo de desigualdades. Tercera:
aparenta estar al servicio del ser humano, pero la ideología que transmite
convierte al sistema informático en autosuficiente, importante, divino,
todopoderosa es la red, mientras que los hombres quedan reducidos a meros
servidores, basura biográfica intercambiable.
Y más adelante avala sus ideas de la siguiente forma (Marina, 1998 p. 10):
Por su parte Raymond Barglow señala la paradoja de que aunque los
sistemas de información y la interconexión aumentan los poderes humanos de
organización e integración, de forma simultánea subvierten el tradicional
concepto occidental de sujeto separado e independiente. «El paso histórico de
las tecnologías mecánicas a las de la información, ayuda a subvertir las
nociones de soberanía y autosuficiencia que han proporcionado un anclaje
ideológico a la identidad individual desde que los filósofos griegos elaboraron
el concepto hace más de dos milenios. En
pocas palabras, la tecnología está ayudando a desmantelar la misma visión del
mundo que en el pasado alentó».
Estos párrafos no desentonan notablemente del resto del escrito, que dejamos al juicio al lector.
Si señalamos este caso es por su significación, pero el resto de
casos, de los demás partidos y de sus propuestas, no es distinto. Aunque no podamos señalar
especificaciones al no haber propuestas tan concretas como la señalada del
libro blanco, y el eco que ha tenido en la prensa, sobre todo en el diario El País de estos días, y nos tengamos que
limitar a las declaraciones genéricas de sus líderes o de los programas
electorales.
No vamos a discutir la lista de enunciados solo avalados por argumentos supuestamente de sentido común, en clave de tertulia, como no son discutibles en esos términos las cuestiones planteadas antes. Por otra parte como no se nos dan argumentos basados en evidencias empiricas sobre los procesos de enseñar y aprender, tan complejos por lo menos como la aerodinámica y si cabe más transcendentes porque afectan a nuestros hijos y al país, tampoco podemos hablar mucho más. Como en esos casos habrí aque delimitar en que margen de decisiones nos movemos o se mueve la acción política por auténticos expertos en los temas, y sobre ellos plantear auténticas opciones.
No vamos a discutir la lista de enunciados solo avalados por argumentos supuestamente de sentido común, en clave de tertulia, como no son discutibles en esos términos las cuestiones planteadas antes. Por otra parte como no se nos dan argumentos basados en evidencias empiricas sobre los procesos de enseñar y aprender, tan complejos por lo menos como la aerodinámica y si cabe más transcendentes porque afectan a nuestros hijos y al país, tampoco podemos hablar mucho más. Como en esos casos habrí aque delimitar en que margen de decisiones nos movemos o se mueve la acción política por auténticos expertos en los temas, y sobre ellos plantear auténticas opciones.
Pues bien para ayudar a los políticos y en la medida de lo
posible a los ciudadanos, no así a los especialistas que sobre esto están lo
suficientemente preparados, van las cinco aportaciones siguientes que no son las más
importantes quizá pero que contrastan con lo que es comúnmente aceptado es esos
medios pero que es común en las tendencias globales y avalado por el consenso
de las teorías, las directivas internacionales y las investigadores:
1. La educación en las primeras etapas de desarrollo y en las competencias básicas debe hacerse en la lengua materna, en la que el niño ha aprendido a comunicarse, a expresar sus ideas y emociones y a representarlas. De esa forma se asegura un mejor ensamblaje en la construcción de su andamiaje cognitivo de las nuevas ideas conceptos y ejecuciones, y un aprendizaje más eficaz (UNESCO, 1961) (Zapata-Ros, 2012).
2. La educación en la era industrial al igual que sucede con otras actividades ha estado y está en buena medida determinada por los estándares, estándares de producción y de servicios en otras ramas, y de enseñanza y evaluación en lo que respecta al aprendizaje. Actualmente estamos asistiendo a un cambio en el paradigma de la educación, en el que merced a las potencialidades de la tecnología se puede atender a los logros personales y a las características individuales de los alumnos como pautas para la enseñanza y para la evaluación.
3. El mercado de trabajo ha cambiado y está cambiando afectado por los cambios de todo tipo que se están produciendo en todas las actividades y servicios, inducidos por la forma en que se representa el conocimiento en la nueva sociedad. Hay un grave déficit (algunos lo evalúan en millones) de profesionales en Europa no solo de técnicos en diseño de sistemas y en programación, sino en organización de datos, metadatos y análisis de datos para el comercio, la industria, las finanzas, los medios sociales de comunicación, la sanidad, la justicia y el derecho, el entretenimiento, etc, etc, etc. Esos cambios demandan, no enseñar a programar, como con frecuencia se ha dicho y se ha hecho en comunidades como la de Madrid, sino a un cambio de pensamiento que haga posible con su maduración no sólo la incorporación por los alumnos de competencias computacionales, sino una nueva forma más eficaz de resolver los problemas que plantea la realidad. Se trata del pensamiento computacional, de una nueva alfabetización digital completamente distinta y mucho más radical que la primera. Pensamiento y alfabetización que se han de trabajar en educación desde las primeras etapas y con un horizonte de veinte años como mínimo. Los poderes públicos deben abordar el currículo de pensamiento computacional en todos los niveles de forma inmediata,
E igualmente debe abordarse en la formación inicial del profesorado el pensamiento computacional en todas las especialidades y niveles, al igual como sucede con otras destrezas básicas
4. Actualmente se detecta una desafección a los estudios universitarios como uno de los temas de fondo de una crisis universitaria detectada por todos los observatorios de tendencias. Esa desafección ha sido abordada por universidades de “bajo coste” y por soluciones de innovación disruptiva de distinta manera. En unos casos con soluciones de acreditación con bajo rendimiento, lo cual a medio y a largo plazo agrava la crisis, y en otros con los conocidos cursos masivos (MOOC). Pero en ningún caso ha sido abordado el problema con soluciones conocidas por los expertos como de rendimiento, acercando los niveles de competencias acreditadas a las necesidades del mercado de trabajo, origen en muchos casos de la desafección.
5. La evaluación del profesorado es el tema que se plantea como clave. Pero antes de plantear la evaluación del profesorado habría que plantear cual es el modelo de calidad de referencia. Simplificando mucho hay dos opciones, el modelo de calidad total o basado en la satisfacción del usuario (en el caso de la educación habría que determinar quién es el usuario y a qué plazo) y el modelo de calidad centrado en el aprendizaje (también llamado centrado en el alumno), que persigue la eficiencia del aprendizaje. El primero se aplica a los modelos de negocio o de servicios que concluyen en un plazo limitado y son evaluables por sus resultados inmediatos a través de la satisfacción que producen en el cumplimiento de los objetivos para los que son definidos a plazo inmediato. Las metodologías empleadas son del tipo self-report study u otras modalidades de análisis empíricos. Los segundos se aplican a procesos que constituyen servicios o intervenciones sociales que no concluyen en un tiempo inmediato o son dificilmente evaluables a través de los resultados a corto plazo, y sí lo son a través de patrones o indicadores de eficiencia obtenidos a través de estudios longitudinales. Es el caso de los temas educativos, incluyendo la formación o el ejercicio de la función docente, donde el rendimiento del aprendizaje tiene estas características. En ellos cobran un papel clave las metodologías de evaluación formativas, las que estudian los procesos en su desarrollo.
Obviamente estas cinco cuestiones, cada una de ellas, son de la suficiente complejidad y sobre todo de una entidad y transcendencia como para no ponerla en manos de gente inexperta, y para no trivializarlas de forma que sean planteadas como una lid electoral que condicione desarrollos futuros.
Obviamente estas cinco cuestiones, cada una de ellas, son de la suficiente complejidad y sobre todo de una entidad y transcendencia como para no ponerla en manos de gente inexperta, y para no trivializarlas de forma que sean planteadas como una lid electoral que condicione desarrollos futuros.
Referencias.-
Marina, J. A. (1998). El
timo de la sociedad de la información. Quaderns del CAC,
(2), 3-10. http://www.cac.cat/pfw_files/cma/recerca/quaderns_cac/Q2marina.pdf
UNESCO (1961). Empleo de las lenguas vernáculas en la enseñanza. UNESCO.
MONOGRAFfAS SOBRE EDUCACI6N FUNDAMENTAL. VIII. http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001315/131583so.pdf
Zapata-Ros, M. (2012). La lengua materna y el aprendizaje. http://ticcritica.blogspot.com.es/2012/11/la-lengua-materna-y-el-aprendizaje.html
Comentarios
Publicar un comentario