Donde se concluye que la depredación es una consecuencia de las políticas de Acceso Abierto sin que se haya conseguido nada a cambio, al menos algo de las expectativas iniciales*.

 


Recordemos las gráficas con las que se abría la presente sección de este libro.

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Interfaz de usuario gráfica, Texto, Aplicación, Correo electrónico

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En los últimos años han coincido tres cosas, de las cuales son un pálido reflejo estas gráficas de Word Report SJR obtenidas sobre la base de datos Scopus, pero que es mucho más intenso en la edición científica en general, en todos los repositorios. 

Los tres hechos son: Un incremento exponencial de artículos publicados, una caída en picado de las citas y por ultimo, casi como consecuencia forzada de ello, una considerable subida de artículos que no reciben publicaciones sobre el total de artículos publicados. Se publica por publicar no por ser útiles a otras investigaciones.

Gráfico, Histograma

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Para concluir esta parte, y el silogismo planteado, sometemos a la consideración del lector la interpretación que de esta tendencia hace Jeffrey Beall, conocido tambiñen por la Beall´s List, quien, hoy por hoy, se puede decir que es el que más ha luchado contra la edición depredadora y mejor la conoce. Tanto a ella como a la edición híbrida. Ambas según él, consecuencia del Open Access en sunversión de oro.

En su trabajo Predatory publishing is just one of the consequences of gold open access  (BEALL, 2013) señala que la fuerte tendencia izquierdista y anticorporativa de la academia condujo a la identificación de su archienemigo: las grandes editoriales académicas con fines de lucro[1]

En esta línea, sigue diciendo el autor, los defensores del Acceso Abierto incluso pusieron nombre y rostro a su ejemplo de malevolencia empresarial: la editorial Reed Elsevier (ahora RELX), que hasta entonces y desde siempre era respetada como una editorial académica de alta calidad, cuyo repertorio incluye muchas de las revistas académicas más importantes del mundo, siendo un marchamo de calidad científica.

Puedo decir por experiencia propia que es cierto. La tónica dominante fue atacar a Elsevier y a los conciertos con las universidades, un servidor entre quienes lo hicieron. El esquema conceptual era simple ¿por qué si trabajábamos para publicar teníamos que pagar por nuestro propio trabajo? Fueron numerosos los países y universidades que, uno tras otro fueron, rompiendo sus convenios con ésta y con otras macroeditoriales. Basta consultar la prensa de la época. Después se renegociaron los convenios, pero ya fue con los APC y la edición Open Access oro.

En esa misma época proliferaron los complementos retributivos a profesores e investigadores, vinculados a la publicación. Era la época del “publish or perish”. Muchos de los mismos profesores de Norteamérica que protestaban por el aumento de los costos de suscripción a revistas vieron, al mismo tiempo, enormes aumentos salariales. En menor cuantía sucedió algo parecido en el resto de países. El aumento de las jubilaciones y el acceso de nuevas generaciones de investigadores implicó una mayor competencia interuniversitaria e intrauniversitaria entre el profesorado en Estados Unidos y en Europa. Una competencia que muchos profesores aprovecharon con gusto. Lo importante era publicar, no acceder a lo publicado para ayudar a su propia investigación. La consecuencia fue la contraria de lo esperado, las corporaciones aumentaron sus beneficios, pero la citación y la calidad investigadora disminuyó. Era imposible discernir en las montañas de publicaciones basura e irrelevantes lo que era realmente de calidad.

Ya era tarde cuando muchos se dieron cuenta de que uno de los principales beneficiarios del movimiento antimonopolista de Acceso Abierto serían las propias corporaciones.

Los departamentos contribuyeron a reducir el costo general de las publicaciones científicas suscribiéndose a ofertas de las editoriales académicas. Ahora, estas corporaciones se benefician del Acceso Abierto (OA) al no pagar los costos de suscripción que solían pagar, costos que esencialmente subsidiaban las cantidades por suscripción que las bibliotecas pagan para apoyar a las publicaciones académicas. Ese dinero lo tenían que pagar ahora por publicar, antes de verificar su calidad. En la época anterior se pagaba sólo por lo que era de calidad verificada, únicamente por lo que ya había pasado esa criba.

En definitiva, el Acceso Abierto (OA) reduce el fondo que las editoriales (tradicionales) podían destinar a cubrir los costos de publicaciones de alta calidad.

Por otra parte --- siguiendo el esquema de pensamiento de Beall (2013)--- mientras lo anterior sucedía, al mismo tiempo que el modelo de acceso abierto dorado proliferaba y, junto con él, el enfoque cambió: Para estas revistas, los autores se convirtieron en los clientes principales o únicos del negocio, dejando a los lectores en un segundo plano.

Eran los actores secundarios en la nueva ecuación del Acceso Abierto (OA). El defecto fatal del modelo de Acceso Abierto (OA dorado) es el conflicto de intereses inherente: cuantos más artículos acepta una revista, más dinero gana. No hay forma de evitar este conflicto, cuya naturaleza es principalmente esta ganar dinero de los escritores no de los lectores.

Y esto es lo que ha creado todo el problema de los editores depredadores.

Esta es la principal debilidad del modelo de Acceso Abierto (OA) dorado. Se pone énfasis en escribir, más allá de la calidad. Algunos incluso lo llaman sarcásticamente "pagar por decir" (Beall, 2013). El modelo limitó las contribuciones a quienes tengan acceso a fondos para cubrir los cargos por procesamiento de artículos (APC), no a las de más calidad investigativa o a las de investigaciones más relevantes, cualquiera que fuese esa relevancia: social, académica o propia del área.

Un segundo impacto, también basado en esta filosofía de publicar a fortiori, igualmente muy negativo, de la llegada de la publicación de Acceso Abierto (OA) ha sido el alarmante aumento de la mala conducta de los autores. No hace falta argumentar mucho ni buscar pruebas sagazmente, irónicamente, el OA facilita la detección y documentación de la mala conducta de los autores. Esas malas prácticas implican las más de las veces piratería y plagio, y eso se puede confirmar fácilmente con búsquedas inversas, buscando el pasaje plagiado en internet.

El problema son otras formas, las que constituyen la edición híbrida, a la que los autores recurren con mayor frecuencia; el autoplagio, el plagio de imágenes o datos manipulación, autoría fantasma, autoría honoraria, envío duplicado y segmentación, que se refiere a dividir un artículo coherente y enviarlo como más de un trabajo. A todo ello se ha unido recientemente la generación de artículos, textos e imágenes con los LLM y la IA generativa. Donde, como se ha demostrado con la investigación de Gao et al (2023), es imposible demostrar con certeza que un texto ha sido generado por IA y no por un humano. Hay ya herramientas como la de Turnitin[2]que detectan , o al menos eso aseguran, los párrafos generados por IA generativa (Chat GPT u otros) con un porcentaje alrededor del 80% de probabilidad de que sea así y pidiendo explícitamente que ello no se utilice como prueba principal en un proceso de descalificación de un original. Es decir que no se considera como prueba concluyente[3].

Interfaz de usuario gráfica, Aplicación, Chat o mensaje de texto

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Hay otras prácticas en las que no entraremos pero que están referenciados en un artículo de 1983 de Thomas F. Gieryn titulado Boundary-work and the demarcation of science from non-science: Strains and interests in professional ideologies of scientists ' y publicado en la American Sociological Review. Tiene que ver y es relevante en el contexto de las editoriales depredadoras: Es difícil describir las prácticas de revisión por pares de muchos editores, cuestionables porque las ocultan, que mienten al respecto o no lo hacen, aunque digan que lo hacen.

Gieryn describe el trabajo límite en lo permitido como "un estilo ideológico que se encuentra en los intentos de los científicos de crear una imagen pública de la ciencia al contrastarla favorablemente con actividades intelectuales o técnicas no científicas".  Es importante (Beall, 2013) que los científicos delimiten claramente la frontera entre la ciencia y la no ciencia; esto se denomina demarcación.

La revisión por pares es el mecanismo mediante el cual los científicos definen y hacen cumplir esta frontera. Dado que muchas editoriales y revistas depredadoras son negligentes en la gestión de la revisión por pares (o no la llevan a cabo en absoluto a pesar de afirmar que lo hacen), podemos concluir que la frontera entre la ciencia y la no ciencia se está volviendo cada vez más difusa, vulnerada y sin control

Uno de los principales efectos de la edición depredadora, de sus editoriales, es que están envenenando el acceso abierto de alta calidad y amenazan con perjudicar toda la comunicación académica. El modelo de acceso abierto de alta calidad está fallando, así como la valiosa función de validación que ofrece el modelo editorial tradicional.

Esta corrupción de las publicaciones académicas pone en duda el futuro de toda la comunicación académica en cuanto a su calidad y si realmente comunica de manera efectiva.

Todo esto pone de evidencia la necesidad de un nuevo tipo de alfabetización científica, a la que podemos llamar alfabetización en publicación científica. Esta alfabetización implicaría, y debería tener como objetivo, que los científicos fueran capaces de evaluar editoriales y congresos, y tomar decisiones sobre cuáles son éticos y cuáles no. En el futuro será una habilidad esencial, que todos los científicos debieran adquirirla para ser investigadores eficaces.

Beall (2013) espera “seguir enumerando e investigando editoriales y revistas independientes depredadoras”. Lo hace en función de dos cosas. Porque número está aumentando considerablemente. Y sobre todo porque empresarios sin escrúpulos, en países en desarrollo, han descubierto que la publicación académica es una forma fácil de ganar dinero, con la ventaja de tener bajos costos iniciales. Hay millones de investigadores en todo el mundo que, por las legislaciones demagógicas y populistas impuestas de forma ligera, están desesperados por publicar, como consecuencia, las editoriales depredadoras están ansiosas por tenerlos como clientes.

Particularmente interesante es el artículo de Henk F. Moed et al (2021) en el sentido de indicar la evolución de las revistas de la lista Beall en Scopus en relación con el Open Access.

Gráfico, Gráfico de líneas

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Es fácil apreciar que, de las revistas evaluadas e integradas en la lista Beall en el año del estudio, los gráficos de ingresos y de salidas de Scopus tienen una extraordinaria similitud, estando éste desplazado en siete años respecto de aquel ---- las cimas se producen respectivamente en 2009 y 2016. Siete años es lo que corresponde a dos ventanas de cómputo de datos (número de citas y de artículos) más un año de evaluación. Quiere decir que hay un ciclo en el que se han portado bien, y es en el segundo donde se detecta malas prácticas y es desactivada la revista a partir del segundo ciclo.

Veamos por último que según la evolución del crecimiento de revistas de open Access oro precisamente en torno a 2008-2010 cuando se produce el punto de crecimiento más acelerado en una curva que primero es exponencial y luego logarítmica:

En las siguientes gráficas y en los trabajos que las contienen podemos observar el hecho señalado, el crecimiento máximo del acceso abierto (la tangente a la supuesta curva tiene la pendiente más elevada en puntos alrededor del año 2009) acceso abierto en relación con lo anterior.

En  Dimensions (2022) 

Gráfico, Gráfico de líneas

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 Igualando la edición cerrada o haciéndose mayoritaria a ella en los principales países

Imagen que contiene Escala de tiempo

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Frecuentemente se identifica, así lo hace Bealls, el acceso abierto con las revistas que cumplen los estándares y están homologadas en DOAJ. Hasta hace bien poco los códigos de colores permitían clasificar las revistas no sólo en si eran OA o no, sino en agrupamiento o en grupos de colores de acuerdo con el periodo de embargo y el autoarchivo, así las había gris, sin autoarchivo, verde, oro y según fuese antes y después de la publicación o solo después. Finalmente se identificaron en dos grupos, las oro, que eran OA después de la publicación y siempre con APC, y las diamante, de acceso abierto sin embargo y sin APC.

Para nuestras conclusiones de que el OA es el principal factor de crisis de la edición científica nos centraremos en las revistas oro, hoy por hoy las mayoritarias en OA de APC e incluso en vías de ser, si bien por poco margen, mayoritarias en las grandes editoriales: Springer Nature, Elsevier, Wiley, Taylor & Francis, Frontiers o MDPI, en estas últimas prácticamente la totalidad.

De esta manera el periodo de máximo crecimiento en estas revistas también se produce en torno a 2009, como vemos en

Gráfico, Histograma

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Fuente: The number of journals listed in DOAJ. Data from: Morrison, Heather, 2014, "Dramatic Growth of Open Access", https://hdl.handle.net/10864/10660, Scholars Portal Dataverse, V22; 20150630fulldata.xlsx [fileName] https://web.archive.org/web/20130501070724/http://doaj.org/doaj?func=byCountry&uiLanguage=en

Obtenido de los registros de DOAJ https://web.archive.org/web/20130501070724/http://doaj.org/doaj?func=byCountry&uiLanguage=en

Y en https://commons.wikimedia.org/wiki/File:PMC_growth.png

 Gráfico, Histograma

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Fuente: Number of journals listed in Pub Med Central per year. Data from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/journals/#csvfile https://www.ncbi.nlm.nih.gov/nlmcatalog/advanced

Y por último, en la gráfica de repositorios de OA (Thomas Shafee, 28 February 2019)

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* Fragmento del capítulo 9 del libro La edición científica en la sociedad Digital. Las competencias de los investigadores como autores y editores, de próxima aparición:

Referencias

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[1] Predatory publishing is just one of the consequences of gold open access Jeffrey BEALL 2013 http://eprints.rclis.org/23485/1/Learned%20Publishing%20article.pdf

[3] Los chatbots de IA y los LLM han tenido un impacto significativo en poco tiempo. A pesar de sus beneficios, representan serias amenazas para la integridad y la ética académicas al generar texto con apariencia humana, lo cual es muy difícil de detectar, como hemos visto en el informe de Gao et al (2023).

Se han desarrollado diversas herramientas de detección de IA para abordar este problema. Sin embargo, su eficacia es cuestionable. El trabajo de Maliket al (. (2025) estudia  la detección de texto generado por IA. Experimento texto generado por tres LLM (ChatGPT, Perplexity y Gemini). Además, se aplicaron tres técnicas adversarias (edición con Grammarly, parafraseo con Quillbot y edición del 10% al 20% por parte de un experto) para observar sus efectos en el rendimiento de las herramientas de detección de IA. Turnitin resultó ser la más precisa y consistente.


Comentarios

  1. He leído tu publicación y aprovecho para hacerte una consulta, ya que veo que manejas bien estos temas. Actualmente estoy trabajando, pero quiero seguir formándome y estoy considerando inscribirme en uno de los cursos gratuitos que ofrecen aquí: https://cursossepe2025.cursosinem2022.com/. Mi objetivo es mejorar mis oportunidades laborales sin dejar de trabajar.

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  2. Esa dirección recaba mis datos. No los cedo a desconocidos.

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