¿Por qué las universidades empiezan a NO UTILIZAR los campus virtuales tradicionales, los LMS, de forma relevante? (I)
Estos días he estado preparando unas conferencias para un
taller del Servicio de Orientación y Formación Docente de la
Universidad de Extremadura (UNEX) sobre virtualización de la Educación Superior
(ES) y pedagogías para hacerlo.
El eje de la exposición ha girado sobre diseño instruccional qu ees la forma de organizar la docencia en entornos complejos, con el aporte de las tecnologías a objetivos y escenarios muy diversos entre ellos
El eje de la exposición ha girado sobre diseño instruccional qu ees la forma de organizar la docencia en entornos complejos, con el aporte de las tecnologías a objetivos y escenarios muy diversos entre ellos
En ese contexto, como siempre que tengo que preparar algo
relacionado con enseñanza universitaria abierta y en línea, aprovecho para ver
cómo sigue el estado del tema. Ahora he aprovechado para ver cómo sigue la línea del tiempo de la educación abierta,
algo que empecé a hacer allá por febrero
y marzo de 2015.
En este caso, más que de innovación o de adopción temprana (early adoption) de
sistemas completos, me centraré en los sistemas predominantes que soportan y
han soportado hasta ahora la enseñanza online: Los Learning Management Systems (LMS), las plataformas de teleformación
que se decían ates, los campus virtuales que se dijeron después, o como quiera llamárseles.
Todos han dado por hecho que estos programas son consustanciales con los
sistemas de educación en línea universitaria, están ahí como antes estaban los
pupitres desde Fray Luis de León hasta hoy.
¿Pero cuál es el estado de los LMS? ¿Son inamovibles?
Y situado ahí, en esa tesitura, más que tendencias, que
puedan conjeturarse analizando lo que está pasando, la duda que me asalta es si
lo que hay ahora en presencia no es un simple cambio, sino algo más. No utilizaré la manida expresión de cambio
de paradigma. Pero parece que hay algo que se ha alterado en el contexto, no sólo tecnológico, en el que se desarrolla la
enseñanza en línea. Algo que va más allá de lo puramente tecnológico. En definitiva se trataría de ver si es algo que esté relacionado con elementos sociales y culturales del entorno. Me viene a la
cabeza lo que hemos tratado últimamente sobre los cambios debidos al contexto
social (entornos sociales
de aprendizaje, ver esto y esto) y ubícuo (entornos ubicuos)… y aún
más: allá el cambio hacia la nueva adaptatividad,
la sensible de
contexto y los entornos
inteligentes de aprendizaje.
Pero no quiero tener ideas previas, ni introducir elementos
que distraigan la atención, en esta fase de análisis de lo que sucede ahora.
Veamos qué está sucediendo. Cuáles son los indicios. Primero
los enuncio y después los explico con más detalle y en lo posible establezco
conjeturas para el análisis:
- Los MOOC han pasado a la historia (Gráficas 1 y 2). Nadie de los que tanto énfasis pusieron en su aparición y en las consecuencias que tendrían han reparado en ello. Como siempre, siguen la estrategia de “patada a seguir”, pasar a otra cosa sin analizar qué ha pasado con sus anteriores profecías.
- La presencia y la actividad en los LMS han disminuido muy notablemente. Después abundaremos en esta idea y la justificaremos.
- Se mantiene el índice de inscripción en los estudios universitarios convencionales, ahora ayudados con los medios digitales, pero de una forma auxiliar, sin notables cambios metodológicos, como pueda ser el uso de Moodle o de otras plataformas como medio de distribuir y entregar los contenidos, servir de tablón de anuncios y convocatorias, y poco más. Y también ha decaído el abandono de alumnos. Quizá antes subió por factores debidos a la crisis pasada, y ahora quizá suba por razones de promoción social en las zonas con alto índice de inmigración como en otra época, en ,os años sesenta, sucedió para las clases menesterosas autóctonas. El caso es que este año la prueba de EBAU ha subido notablemente en el número de inscritos en las universidades públicas de la Región de Murcia. Habría que contrastar si este fenómeno se está produciendo igualmente en otros lugares con condiciones similares)
- También sigue aumentando la inscripción y el uso de entornos online de enseñanza universitaria. (Gráfica 5)
- Como aspecto central, veremos qué ha pasado con las disrupciones universitarias. Sosteníamos (Zapata-Ros, 2014) que los MOOC eran sólo la parte visible de un fenómeno de mucho más calado: las mismas o parecidas disrupciones que se producían en otros entornos y en otros sectores, pero que en este caso afectaban a la Universidad. Señalábamos igualmente que estas disrupciones pronto pasarían a ocupar el escenario, sustituyendo a los MOOC, de forma mucho más silenciosa pero mucho más eficaz, y señalábamos que eran básicamente tres: Los credentials, los micro-másters y los nanogrados. El espíritu que animaba estas innovaciones disruptivas era (y utilizo el pasado porque ya ha concluido en donde se produjeron la transición y estamos en plena época de expansión, como en 2012 lo estábamos de los MOOC): desposeer en aras de la sostenibilidad a los estudios universitarios de todo tipo de contenidos no estrictamente necesarios, de las grasas, decían, y dejarlos justamente con lo necesario para desarrollar con el dominio justo las habilidades que se estiman precisas para un desempeño profesional específico. Esto se hace en intima conexión entre las universidad que los organiza, la empresa patrocinadora y la plataforma titular de las disrupciones (EDX, Coursera, Udacity,…). Habitualmente las universidades que los organizan son de excelencia y las empresas son corporaciones tecnológicas como Google, Amazon, Cisco,…pero el modelo es ya mucho más extendido.
- Veremos qué pasa realmente con la otra gran opción emergente: los entornos inteligentes de enseñanza superior, las Smart Universities. Constatamos pues que la Universidad y su práctica docente no se ven libres de la IA y de su desarrollo práctico más importante (y quizá el único que se ha manifestado viable en la docencia y para el aprendizaje): los entornos inteligentes de aprendizaje, como evolución de los entornos adaptativos y de los entornos sensibles de contexto.
Empecemos pues con los hechos.
1.
Los MOOC ya han pasado. Esta es una cuestión que veníamos
anunciando desde 2013 cuando describíamos en marzo de 2013, en un preprint, y luego en la Revista de
campus Virtuales, la naturaleza de este fenómeno como una innovación
disruptiva en el sentido clásico que Christensen les atribuye. Y por último, el
16 de junio de 2014 ya decíamos claramente que los MOOC habían muerto, con gran escándalo por parte de algunos medios y expertos.
Hoy son un recuerdo, cuyo recuerdo en informaciones y en menciones con
relevancia apenas existe allí donde nacieron (no en su versión primigenia los
cMOOC, que esos se olvidaron antes, sino los de escala: los xMOOC de la segunda
generación, los que para muchos son los auténticos MOOC). Nos referimos a los
cursos que organizaron y aún para países periféricos organizan EDX, Coursera,
pero sobre todo UDACITY. Recientemente
lo he explicado. Pero todo estaba claro: Para qué iban a servir y el giro
que iban a tomar. Lo primero lo
expuso Christensen en una conferencia para los dirigentes de Harvard, EDX,
Coursera y otros líderes del munso disruptivo y de los MOOC y lo segundo lo
declaró Sebastian
Thrun en una entrevista para Fast Company que se hizo famosa.
Hoy la gráfica de tendencias de Google que siempre
utilizamos tendría esta forma para el periodo
1-1-2011 a 30-05-2018
:
Gráfica 1
Que ampliada quedaría:
Gráfica 2
Podemos ver que el auge en EE UU y Canadá de los xMOOC se
produce en 2012 (NYT le llama el
año de los MOOC). Desde entonces decrece paulatinamente el interés. Por el
contrario, es en 2013 y en años sucesivos cuando se produce un boom muy
superior al de los sitios donde nacieron, en su mejor momento y mientras allí
iba disminuyendo, en España el interés iba subiendo en mayor proporción que lo
fue en su momento en Norteamérica. Hasta finales de 2016 donde con tres años de
retraso se produce el mismo fenómeno de perdida de interés. La onda se
reproduce ahora, con las mismas fases, en países como Ecuador, México, Perú,
etc.
2.
El uso de las plataformas, de los LMS, de todos ellos sin
exclusión, incluidos los de open source
está disminuyendo de forma muy notable.
Hay un gráfico que desde que aparecieron los LMS se han
hecho muy populares por su forma, son los GRÁFICOS DE CALAMAR, por su aspecto
singular tan parecida a la de ese cefalópodo. El gráfico señala en cada momento
la distribución de mercado (usuarios, instituciones, etc.) por fracciones
correspondientes a las distintas plataformas, que a lo largo de la historia van
cambiando de nombre y de titular, AGRUPÁNDOSE o absorbiéndose las unas a las
otras. Esto es lo que produce ese aspecto de patas de calamares que se unen en
la cabeza.
Cuadro de calamares de 2009:
Gráfica 3
Podemos ver cómo evolucionan las gráficas de calamar y la
forma que tienen en el trabajo de Michael
Feldstein titulado “Reliability
as a Service…”. En el artículo se habla de otras cosas, como más de rollo
de CEOS y de cómo van los negocios entre Blackboard y Moodle y quién se apodera
de quién. Aparentemente no ve otras cosas
que en post particular descubre.
Pero para lo que nos interesa, en este trabajo se ve la
evolución de los gráficos de calamares desde 2019 a 2019. En el de 2009 de ve
que al final, en la parte de la derecha, los espacios dedicados a los calamares
ocupan toda la franja sin espacios en blanco entre ellos apenas. Se ve cómo, a
lo largo del tiempo, se va pasando de unas finas líneas correspondientes a las
distintas plataformas, a trazos más gruesos y a la situación en que, en total ,al
final las franjas ocupan todo el espacio disponible prácticamente. "Parafraseando los nombres que QuentinTarantino utiliza para sus personajes en Reservoir Dogs, podemos decir que el Sr. Blanco es prácticamente inexistente frente al Sr. Gris (Web CT (Sr. Azul) + Blackboard = Blackboard), al Sr. Verde, al Sr. Naranja o al Sr. Marrón (casualmente Moodle) y al Sr. Celeste (Sakay).
Sin embargo, aunque al principio no, progresivamente, en las sucesivas gráficas de los años siguientes, el Sr. Blanco se va apoderando del espacio que aparece en el margen derecho del cuadro, predominando respecto a los otros. Hasta que, en la gráfica de 2018 (hecha pública en enero de 2019) , el cuadro de calamares hace que las cabezas enflaquezcan al máximo.
Sin embargo, aunque al principio no, progresivamente, en las sucesivas gráficas de los años siguientes, el Sr. Blanco se va apoderando del espacio que aparece en el margen derecho del cuadro, predominando respecto a los otros. Hasta que, en la gráfica de 2018 (hecha pública en enero de 2019) , el cuadro de calamares hace que las cabezas enflaquezcan al máximo.
Y el Sr. Blanco es el predominante":
Gráfica 4
CON GRAN DIFERENCIA, EL COLOR BLANCO OCUPA TANTO ESPACIO
COMO TODO EL RESTO.
Hay casi tanta gente en educación en línea que utiliza las
plataformas LMS, como fuera de ellas. Siendo que la educación en línea
universitaria no cesa de crecer.
Referencias.-
Ros, M. Z. (2014). Los
MOOC en la crisis de la Educación Universitaria: Docencia, diseño y aprendizaje.
Amazon.
Zapara-Ros, M. (2018). Gestión del aprendizaje y web social
en la educación superior en línea. RED. Revista de Educación a Distancia,
57(7). Consultado el (dd/mm/aaaa) en http://www.um.es/ead/red/57/zapata.pdf
DOI: http://dx.doi.org/10.6018/red/57/7
Comentarios
Publicar un comentario