La evaluación (2)
Este post se irá actualizando continuamente. Por tanto, le sugerimos que vuelva y lo refresque con frecuencia, en el supuesto de que le interese.
Es la continuación de una serie que comenzó aquí. Y proseguirá.
Esta idea, de que no se debe impedir a los alumnos la posibilidad de ser evaluados y, en su caso, de que sean acreditados su logros, habilidades y competencias, sea cual sea la situación, viene avalada además por unos principios de naturaleza empírica con una consistencia innegable.
Recordemos una investigación seminal, ya clásica, que siempre cito, como fundamento del mastery learning, y en ella el conocido
como “Problema de dos sigmas”, de Bloom.
Benjamín Bloom es conocido por su taxonomía,
que supuso un gran avance en el estudio de los tipos de dominio cognitivo o niveles de
aprendizaje. Fue un gran avance en efecto para el estudio de niveles y características de ámbitos cognitivos sobre todo.
Sin embargo hay un trabajo no
menos importante. Se trata de The 2 Sigma Problem: The Search for Methods of
Group Instruction as Effective as One-to-One Tutoring.
La investigación está descrita en los
documentos originales y su explicación
simplificada la hago en varios trabajos.
De ella destaco, entre sus conclusiones, la información del cuadro siguiente. En él se
describe, para los grupos de contraste que se establecieron, el efecto de las variables más
importantes que influyen en el aprendizaje. La intensidad y alcance del efecto los describe mediante la ponderación de cada factor y con la indicación, en columna segunda, del percentil de cada factor, a qué porcentaje de alumnos influye.
Así vemos que la tutoría (realizable hoy día, casi
con las mismas garantías que la presencial, con medios telemáticos) tiene una
ponderación de 2.00 y que afecta hasta a un 98% a los estudiantes en el rendimiento.
Mientras que el ambiente de clase, la interacción directa con el profesor en modalidad de clase
expositiva, tiene una ponderación de 0.60. Observemos que es menor incluso que el trabajo en casa (eso que
en nuestro país, de manera impropia y estigmativamente, se llaman deberes) que pondera el 0.80. El
ambiente de clase afecta hasta a un 73% de los estudiantes (percentil 73), mientras que la tutoría afecta al 98%. ¡Hay un 25% de diferencia!
Todo ello, es decir el uso adecuado de todas las modalidades que suponen estas
variables, puede hacer que la casi totalidad de alumnos puedan aprender si se
establecen las condiciones adecuadas.
Tanto es así que podemos decir que una forma de instrucción, de organizar la educación, que utilice la
metodología de Mastery learning puede aumentar la curva de rendimiento en dos
desviaciones típicas (2 sigmas) en un caso extremo (en la metodología de uno por uno, un alumno por profesor, es decir la mentorización. Que tradicionalmente ha sido una opción utópica, pero no ahora que puede ser telemática y con profesores aasistentes). Sin llegar a ese extremo la ganancia de la curva de aprendizaje puede ser de una sigma, para
el caso de Mastery learning, con respecto a la metodología tradicional
(expositiva con exámenes):
En esta investigación seminal, Bloom obtuvo que
la influencia en el aprendizaje no proviene solo de las clases, sino que se
distribuye según los casos o los perfiles de aprendizaje de los estudiantes de
una forma muy variada.
Por tanto un porcentaje muy grande de alumnos
puede aprender considerablemente aún en condiciones de que no haya clases
presenciales. Si no ofrecemos las evaluaciones a esos alumnos les quitaríamos la
posibilidad de validar y acreditar ese aprendizaje.
Hay incluso alumnos que obtienen un
considerable aprendizaje sin el concurso de las clases de forma habitual. A
estos también se les quitaría esa oportunidad.
De manera que, si se suspenden las pruebas o
cualquier otra evaluación, estaríamos restando posibilidades a un porcentaje
muy alto de estudiantes y lo que desde el punto de vista social es más grave la
marcha del progreso de la investigación y en el desarrollo del país. Repetimos una
vez más, no se pueden pedir avances en las investigaciones para la vacuna del coronavirus
y estar pidiendo por otro lado que se interrumpe el proceso que conduce a esa y
a otras investigaciones en un año y los efectos derivados.
En este planteamiento no podemos olvidarnos de
las consecuencias negativas del cierre de las escuelas
según la UNESCO Unesco:
Tendencia al
incremento de las tasas de abandono escolar: Es muy
difícil lograr que los niños y jóvenes regresen a la escuela y que permanezcan
en el sistema cuando los centros escolares vuelven a abrir. Es algo que sucede
en particular tras cierres prolongados.
Un enunciado de
este tipo está avalado por expertos y estos a su vez por investigaciones sobre
la relación que se establece entre interrupción y abandono escolar. Como
podemos ver en este estudio, éste o éste. Sin discriminar en niveles.
Una razón
frecuente que se alega para suspender las pruebas es que “los chavales están
perdidos”. Obviamente están perdidos aquellos alumnos que están entrenados para superar unos
estándares, y lo están desde el momento en que se modifican las condiciones del entrenamiento o de los
estándares. En ese momento surge el desconcierto. Pero eso no es una consecuencia de la evaluación, es una consecuencia, negativa, de una
educación basada en estándares y en la superación de esos estándares, pero no de una educación para el rendimiento y
el logro personal. Ese conflicto más tarde o más temprano tendría que salir. La pandemia, como en tantas disrupciones, ha sido el catalizador. Lo que ha hecho ha sido acelerar, en
este caso abruptamente, el proceso. Los logros son consustanciales a las
habilidades a desarrollar, no a las pruebas a las que van a ser sometidos para
superarlas y para lo cual han estado entrenándose esos alumnos.
Por el contrario, a los estudiantes, que o bien han estudiado con una ayuda adecuada, como se ve en la tabla de variables de Bloom o bien por otros medios, están
capacitados porque han trabajado de una forma no dependiente de la mecánica del
proceso, se le dan las condiciones adecuadas, deben de ofrecérselo opciones para poder manifestar esos
logros y sus condiciones para poder seguir su progreso en el itinerario formativo.
Otra cuestión son los que lamentablemente centran la cuestión en la mecánica del proceso, en un entrenamiento para superar estándares. En este caso, en condiciones como las actuales, cuando se varían sustancialmente las condiciones, cunde el estrés y lo mejor es que no se presenten hasta haber conseguido la seguridad que supone el dominio. Pero el hecho de que esto ocurra a algunos alumnos, incluso el que esto ocurra a la mayoría no debiera en ningún caso una imposición para todos, sobre todo para las expectativas vitales de los que incluso en esta situación, o quizá por ella se sientan capaces o incluso estimulados.
Otra cuestión son los que lamentablemente centran la cuestión en la mecánica del proceso, en un entrenamiento para superar estándares. En este caso, en condiciones como las actuales, cuando se varían sustancialmente las condiciones, cunde el estrés y lo mejor es que no se presenten hasta haber conseguido la seguridad que supone el dominio. Pero el hecho de que esto ocurra a algunos alumnos, incluso el que esto ocurra a la mayoría no debiera en ningún caso una imposición para todos, sobre todo para las expectativas vitales de los que incluso en esta situación, o quizá por ella se sientan capaces o incluso estimulados.
Además, como
hemos dicho que ponen de manifiesto las recomendaciones de la UNESCO sobre las
consecuencias negativas de la suspensión de clases y de otras actividades
lectivas, y ponen de manifiesto numerosos estudios, psicológicamente este estrés favorece
condiciones para abandonos masivos. Por tanto las alternativas que se propongan deberían ser
graduales y adaptadas para los distintos perfiles de alumnos. Opciones que pueden ir desde tareas diseñadas para la situación de cada uno, restando importancia a la presentación a
las pruebas, hasta ofrecer condiciones , aprovechando la tecnología, para que los
alumnos que se sientan en condiciones de manifestar sus logros lo hagan. Y para validarlos, sin que esas condiciones supongan bajar el nivel, es decir sin merma del dominio en el aprendizaje sobre sus pares. Hemos de decir que el gran reto, la gran novedad es que la comunidad, los alumnos, los padres, la familia, deposite una gran confianza en profesores y en tutores, en su capacidad y en su profesionalidad para discernir el dominio, de igual forma que a los médicos se les supone un "ojo clínico" para discernir por esquemas complejos y difíciles de explicar el estado de salud de sus pacientes.
Estamos hablando de que esto supone un pacto tácito, que ojalá las condiciones de esta situación
traigan como valor añadido para el futura. Un pacto tácito de confianza en
el papel del profesor como autoridad capaz de validar la maestría d ellos
alumnos y el otorgamiento de su acreditación. Si así fuera esto se podría hacer
con mecanismos elementales tecnológicamente como pueden ser entrevistas
mediante videoconferencia o validación de pruebas de conocimiento o de
habilidades por este mismo método, videoconferencia mediante Zoom, Hangout,
Skipe, etc.
Como precedente esto lo hicimos en 2001-2003 en un postgrado de especialista universitario de educación abierta y a distancia a través de Internet, que tenía como objetivo capacitar para la docencia y la organización de estudios en las modalidades de educación abierta y a distancia a través de redes, impartido y organizado desde el año 2001 por el Departamento de Psicologia Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Murcia. En las dos ediciones concluidas en la época del artículo todas las actividades se realizaron exclusivamente a distancia a través de Internet y de videoconferencia RDSI.
Como precedente esto lo hicimos en 2001-2003 en un postgrado de especialista universitario de educación abierta y a distancia a través de Internet, que tenía como objetivo capacitar para la docencia y la organización de estudios en las modalidades de educación abierta y a distancia a través de redes, impartido y organizado desde el año 2001 por el Departamento de Psicologia Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Murcia. En las dos ediciones concluidas en la época del artículo todas las actividades se realizaron exclusivamente a distancia a través de Internet y de videoconferencia RDSI.
Otro tipo de
validación de habilidades la realizamos en un curso
investigativo en Alcalá.
En cualquier
caso, la validación o la acreditación de aprendizajes o de habilidades es una
parte más de todo el proceso de evaluación en el contexto de diseño
instruccional donde forma un todo holístico con resultados de aprendizaje,
actividades y metodología docente, incluida entrega de recursos y de ayuda.
En todo caso
para concluir con el tema de la EBAU y centrarnos en puntos de vista más
sustantivos, habría que deslindar aspectos relativos a la evaluación normativa,
la evaluación por estándares y determinadas componentes propias de la época y
de la sociedad anterior, la industrial (ver libro) y que ahora se visibiliza en
su tránsito con el COVID19 como tantas otras cosas. Así:
¿Hasta qué punto los alumnos no se
presentan para subir la nota media presionados por el entorno familiar y social?
¿Por qué, si el
fin no es asegurar unas competencias mínimas para el ingreso en la universidad,
no se contemplen distintas opciones más adaptativas?
¿Qué van a
hacer en países con más experiencia en combatir el COVID19 u otras experiencias
similares anteriores de interrupciones, por ejemplo Israel, Singapur, etc. Ya
me he puesto en contacto con mis colegas de allí autores y miembros delos
consejos de la revista?
¿Está entre las
posibles opciones que se contemplen una posible EBAU virtual, o con alguna
componente virtual?, ¿cuál sería?
Esto estaría
muy bien, pero la infraestructura hay que planificarla y, más allá, armarla
pedagógicamente ¿cómo se evalúan competencias, en consonancia con lo actual, de
esta forma? ¿es ello posible? ¿qué habría que cambiar?
Estoy
recibiendo testimonios muy buenos, ejemplares y con un diseño muy depurado y
adaptado a las actuales circunstancias, pero son sesgados porque proceden de un
sector próximo a la modalidad online. Sin embargo, cuando he indagado por otro
lado, amigos y familiares y sobre todo sus hijos he descubierto que hay un gran
vacío. Muchos profesores se limitan a dar clases expositivas grabadas en vídeo
o a través de webinar, hangouts, u otro tipo de video conferencias. E incluso
algunos que se limitan a enviar Power Points. No es criticable, es una
manifestación de lo que está pasando y de cuál es el nivel de competencia
digital docente de los profesores. El nivel de capacitación es muy incipiente.
Y sobre todo carente de una evaluación real.
Hay pues un
modelo conceptual y cultural de la EBAU y también por qué no decirlo de la
enseñanza online convencional. Existen esquemas muy consolidados de la función
y representación social de la Universidad y del acceso. Dentro de la gravedad y
del colosal trastorno que supone el COVID19, como dice un proverbio oriental,
hay una oportunidad. En este caso es que la necesidad fuerce la creación de un
modelo de evaluación alternativo que aproveche las potencialidades adaptativas
que ofrece la tecnología. No podemos esperar a la próxima epidemia o a otra
crisis con los exámenes remotos hechos con vigilancia como alternativa de evaluación.
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